sábado, 21 de marzo de 2015

El món de les notes

El so de la guitarra em transporta a aquells moments que tocàvem  belles melodies escrites amb passió, sinceritat, ingeni i res més. Tant de bo fos possible tornar a reviure aquells moments d'infantesa junts, com si no hagués passat res, com si no haguéssin passat els anys per nosaltres, com dos nens petits que somien amb poder volar algun dia junts de la mà, fins on vagin les notes, fins el món de les notes. El que donaria per poder volar allà on els nostres somnis siguin eterns i poder-los complir junts, sense que passi el temps, i que la melodia de fons no s'aturés mai.  Una eternitat al teu costat mai seria aborrida, perquè encadenaríem melodies una rere una altra, fins que aquestes cobréssin sentit i creésin el nostre propi món, on no hi hauria res més important que tu i jo junts fins l'eternitat.

jueves, 19 de marzo de 2015

Por una sonrisa

Cuando hay dolor sólo vemos la parte negativa. Llueve. Todo triste. Una canción triste. Una lágrima derramada. Una lágrima detrás de otra lágrima. ¿Es una mierda? Sí.

Pero... ¿qué es vivir si no es sentir?,¿qué es vivir sin riesgo? Nada. Vano. Vacío. Insulso. Aburrido. 

No hay nada más bonito que el riesgo. El mismo riesgo que te pone la piel de gallina cuando todo va bien te pone la piel de gallina al recordarlo. Es bonito. No es para nada triste. Es bonito. Saber que sientes algo, te hace sentir vivo. Y más bonito es ayudar a alguien triste a recuperar su sonrisa. Lo que daría yo tu sonrisa... divino tesoro.

viernes, 13 de marzo de 2015

Tu nombre

Tu nombre bajo la lluvia,
si tuviera voz cantaría,
y con su cuerpo danzaría.

Tu nombre, desde la lejanía
yo lo observo con osadía,
de noche y de día.

Tu nombre he buscado,
¡cuánto lo he ansiado!,
no puede ser más preciado.

Tu nombre, asustado,
de mi se ha escapado,
y en las sombras se ha cobijado.

Tu nombre, se ha escondido,
y está pasando desapercibido
hasta del peor bandido.

Tu nombre, imponente
con su genial mente,
se ha escondido audazmente.

Pero yo, tu nombre he encontrado,
y bajo llave lo he guardado,
¡no temas!, está a buen recaudo.

Tu nombre yo susurraría,
y yo esperaría,
pues hasta ti, él, me llevaría.

Tú, aquel que con su sonrisa,
consigue una nueva conquista.

Tú, aquel que con su mirada,
te hechiza como una hada.

Tú, aquel que con su voz,
conquista de forma veloz.

Tú, aquel que con sus labios,
muestra parte de sus encantos.

Tú, aquel que con su inocencia,
agudiza su audacia.

Tú, aquel que nunca se rinde,
aunque está siempre en la linde.

Tú, aquel que guarda sus secretos
como grandes tesoros.

Ese eres tú, bello ser,
y no lo quieres ver.

domingo, 1 de marzo de 2015

Relato sin nombre

En aquel banco de siempre, a la hora de siempre estaba aquella muchacha esperando que pasara el autobús. En apariencia era todo como normalmente, las mismas caras que siempre, el mismo tráfico de siempre, parecía un día normal y corriente como cualquier otro. 

Justo entonces, algo en su interior hizo que cayera en la cuenta de cuántos sentimientos albergaba en su corazón y cuán destrozado estaba éste. Reflexionó sin pensar en nada, pues instintivamente dejó la mente en blanco para bloquear aquellos pensamientos que la herían. Estaba en una prisión donde los barrotes eran sus propios sentimientos. Anhelaba con toda su alma que los recuerdos que la herían se desvanecieran por completo, sin previo aviso, como cuando sale el arco iris después de la tormenta. Pero, justo cuando intentaba huir de si misma y romper esos barrotes que la mantenían presa, entonces llegó al fondo de su corazón, donde aguardaba sus peores recuerdos. Recordaba a la perfección el segundo día más triste de su vida, cuando la persona que más quería en el mundo la abandonó, sin darle ni una sola explicación. Pero eso no fue todo, después de recordar el segundo día más triste de su vida recordó el primero. Aquel fue cuando ella consiguió encontrar a la persona más importante de su vida y ella le dijo adiós. Era un recuerdo escondido en el fondo de su corazón, oculto para el resto y para ella misma, pues ella era la que más se hería por ello. Debía seguir custodiándolo de si misma para evitar destrozarse por completo. Volvió a dejar la mente en blanco y a causa de la conmoción irrumpió a llorar en mitad de la multitud.