Mi mente está ausente,
mi corazón palpitante,
pasado un instante...
ningún cambio aparente.
¿Qué es lo que ocurre realmente?
Esto no ocurre normalmente,
tú y yo mirándonos fijamente.
Te observo atentamente,
intentando descifrar
lo que intentas ocultar
tan cautelosamente.
El silencio se apodera,
es como una quimera,
nada es lo que era...
Empiezo a sucumbir,
demasiado tarde para huir.