viernes, 25 de julio de 2014

Mentiras

Antes constantemente sentía la melodía, cuando formabas parte de mi vida. Esa melodía de alguien que ama profundamente a otro. Durante un tiempo nuestras melodías estuvieron acompasadas. Pero aquello no duró para siempre. Me mentiste, me destrozaste, acabaste con todo lo que teníamos. Te importó una mierda todo. Por culpa de aquello destrocé mi vida poco a poco y dejé que las cosas que me importaban de mi vida desaparecieran lentamente.

Fui una hipócrita por decirme cada día a mi misma que no te amaba después de que desaparecieras. ¿Qué hay peor que mirarse al espejo y mentirse a uno mismo? No hay nada peor que mentirse a uno mismo y fingir que no te pasa nada cuando estás destrozado. Por eso tardé demasiado tiempo en superarlo. No conté a nadie nada de todo esto, pensaba que hablar de ello con las personas que más me importan de mi vida no haría que nada cambiara, pero me equivocaba. Me han apoyado desde el primer al último día después de enterarse. Aún así, superé todo esto yo sola. Soy demasiado fuerte ahora. Ya las cosas no me afectan como antes. Soy incapaz de derramar una lágrima. ¿En qué monstruo me he convertido? Cada día me parezco más a ti en ese sentido. Me he convertido en un monstruo que cada día mira su reflejo en el espejo y hace todo menos lo que siente. Me he convertido en alguien que no cree en el amor más allá del interés. Alguien que ha perdido los ideales del ser humano, sobretodo de su bondad. 

Me prometí a mi misma que no volvería a cometer estos errores del pasado. Pero me estoy volviendo a mentir a mi misma, hoy, creo que estoy sintiendo algo por alguien, y no quiero luchar, porque pienso que es una batalla perdida. No quiero intentarlo porque tengo miedo y porque seguramente me rechace y no quiero volver a ser herida. 

Canción que inspiró el relato: https://www.youtube.com/watch?v=UfUN3l5RAh0