lunes, 1 de septiembre de 2014

Érase una vez...

Érase una vez una dama
que a los hombres encantaba,
con sus dotes y tramas
¡Cómo los engatusaba!

Pues ella advertía
lo que ellos ansían.

Ellos ansían que los amen
y que los guarden
del sufrir mundano,
pues es estúpido sufrir en vano.

Ella se aprovechó de ello,
siempre encontraba aquello
que les hacía sentir
y a la vez herir

¿Por qué luchar?
¿por qué sentir?
¿por qué sufrir?
¿por qué fingir?

Porque, para ella era un juego,
para ellos un anhelo
del amor verdadero,
promesas de amor certero.

Pero un día, ella,
cayó... ella ya no era aquella
que un día jugó y ganó,
esta vez perdió

Un joven apuesto, apareció
y toda su vida cambió...
entonces ella se enamoró
y todo se derrumbó

Todas sus triquiñuelas,
todas su estratagemas,
todo lo que construyó,
simplemente se desvaneció

Su ilusión creció
y al poco murió

Él desapareció,
la dejó y huyó.

Desde entonces, aquella dama
nunca jamás fue amada
¡qué triste final!, para tan bella dama...

Colorín colorado,
este poema ha finalizado.

Canción que inspiró la prosa poética: https://www.youtube.com/watch?v=6DRh1EyvPHw